Historia y tradición
La primera referencia al nombre del olentzero es de Lope de Isasi quien a comienzos del siglo XVI, hacia alusión a la celebración de la Navidad con el nombre de "Onentzaro" que significaba "tiempo de los buenos". Lope de Isasi se refería probablemente a los ritos paganos, muy extendidos en esta zona hasta el siglo VIII y que incluían una celebración de gran importancia, el solsticio de invierno. Este no era un personaje en sí, sino el nombre de un tiempo de celebración del solsticio y una de las figuras que participaban en ese tiempo, probablemente una figura vegetal en forma de tronco de árbol y asociada al ritual del fuego, tomó el nombre de olentzero.Durante muchos siglos, la forma de realizar fiestas en ambientes rurales y pobres por añadidura era la de ir de casa en casa con danzas y cantos y pidiendo comida para que los jóvenes del pueblo pudiesen hacer una merienda; iban, a veces con un muñeco, o incluso a veces con uno de ellos disfrazado de carbonero glotón y bebedor.
La figura obesa que actualmente recorre calles rurales y urbanas es la personificación de una rica simbología relacionada con el fuego y la celebración del solsticio de invierno. En algunos valles tomaba la figura de un muñeco que se colocaba visible adosado al exterior de la chimenea sobre el tejado. En ocasiones se le atribuia el papel justiciero de castigar con la hoz a quienes no habían respetado el ayuno legal que debía preceder a la fiesta. Por otro lado, la figura de carbonero de cara tiznada de carbón, que ahora se le atribuye, así como el apéndice folclórico de fumador de pipa, son otros tantos recuerdos del pasado, asociado al solsticio de invierno y al ritual del fuego que inicialmente representaba.
La leyenda
Erase una vez.....en los bosques de la Selva del Irati, arriba en el Pirineo, desde donde bajan nuestras aguas,
Muy pronto, al amanecer, cuando el hombre se levantó a ordeñar las vacas encontró al bebé y corriendo gritó y se lo enseñó a su esposa; muy contentos de haber recibido a ese niño rápidamente lo taparon, le dieron de comer y lo tomaron como su hijo.
A partir de ese momento, Olentzero creció entre los bosques y se convirtió en un fuerte, amable y saludable hombre que nunca tuvo la preocupación de cómo había llegado a ser encontrado por sus padres. Olentzero trabajaba todos los días del año haciendo carbón y ayudando a su padre; pero lo inevitable sucedió y despues de muchos años, los que habian sido sus padres murieron y Olentzero se quedó muy solo en su casa del bosque haciéndose viejo según pasaban los años.
Con el paso de los años Olentzero fue entristeciendo y se fue dando cuenta de que debía era ayudar a otras personas que lo necesitaran. Recordó que en el pueblo había una casa donde vivian los niños que no tenían padres, y que vivían de lo que la gente del pueblo les daba, así que trató de hacer algo para que esos niños fueran más felices.
Como Olentzero era muy hábil haciendo cosas con las manos, se dispuso a hacer juguetes para los niños y muñecas para las niñas con la idea de darles los juguetes cuando fuera al pueblo a vender carbón. Cuando acabó de hacer las muñecas y los juguetes, los metió todos en un saco y cargo el saco en su burro junto al carbón y marchó al pueblo muy contento pensando en lo que iba a hacer.
Olentzero les dió los regalos a los niños y estuvo jugando con ellos todo el día y contándoles las historias que habia aprendido de su padre cuando era pequeño. Los niños y niñas a partir de ese momento quisieron mucho al Olentzero y ya no se sintieron tan solos como antes. Cada dia cuando Olentzero llegaba al pueblo a vender su carbón era rodeado por todos los niños.
Esto sucedió durante muchos años hasta que un dia hubo una tremenda tormenta en el pueblo, los truenos, rayos,y el frío dejaron muy asustadas a las gentes del pueblo y especialmente a los niños. Un dia Olentzero estaba de camino hacia el pueblo y vio un rayo que caía en una casa, se acercó y vió a unos niños asustados que pedían ayuda dentro de la casa que estaba en llamas. Cubrió a los niños con una manta para protegerles del fuego y los sacó de la casa a través de una ventana por el primer piso. Mientras trataba de salir, una gran viga cayó sobre el Olentzero provocando que su fuerte y gran corazón se detuviera. Cuando se enteraron las personas del pueblo lloraron por lo sucedido dándose cuenta de que no había nada que ellos pudieran hacer.
En ese mismo momento fueron sorprendidos por una brillante luz que salía de la casa. Nadie pudo ver lo que sucedia pero dentro apareció el hada que habia encontrado al Olentzero cuando era un bebé en el bosque muchos años antes, y con su dulce voz le dijo al Olentzero:"Olentzero, tu has sido un buen hombre, lleno de fe y de buen corazón, has dedicado toda tu vida a hacer cosas para los demás, y has dado hasta tu propia vida para salvar a otras personas; por lo tanto no quiero que te mueras, yo quiero que vivas para siempre; de ahora en adelante, harás juguetes y regalos para los niños que no tienen padres",. Al oir esto los parakagorris se apresuraron a decir que ellos le ayudarían.
Y a partir de ese momento, asi sucedió: en la mitad del invierno, al final de cada año, Olentzero va por todos los pueblos repartiendo juguetes a los niños que no tienen padres ni abuelos que les hagan regalos. Los niños de todos los pueblos celebran la llegada del Olentzero cantando canciones y esparciendo mensajes de amor.
Algunos Prakagorris, hasta cruzaron la Foz de Ledea-Ilumberri, y se les vió por los Campos Bajos de Kaseda, y las peñas de Kaparreta y en la cueva de Galipentzu. Hasta algunas personas hemos conocido a alguna Prakagorri, que siempre estará entre nosotros.
La figura obesa que actualmente recorre calles rurales y urbanas es la personificación de una rica simbología relacionada con el fuego y la celebración del solsticio de invierno. En algunos valles tomaba la figura de un muñeco que se colocaba visible adosado al exterior de la chimenea sobre el tejado. En ocasiones se le atribuia el papel justiciero de castigar con la hoz a quienes no habían respetado el ayuno legal que debía preceder a la fiesta. Por otro lado, la figura de carbonero de cara tiznada de carbón, que ahora se le atribuye, así como el apéndice folclórico de fumador de pipa, son otros tantos recuerdos del pasado, asociado al solsticio de invierno y al ritual del fuego que inicialmente representaba.
La leyenda
Erase una vez.....en los bosques de la Selva del Irati, arriba en el Pirineo, desde donde bajan nuestras aguas,
a veces pasaba hasta Quinto, e incluso el Bastán y Malerreka;
hace muchísimos años, vivía un hada muy bella de cabellera amarilla y ojos muy brillantes. Como todas las hadas cuidaba de la gente y estaba acompañada por criaturas como duendes llamados Prakagorri (pantalones rojos) que la ayudaban en todo su trabajo.
Un día que el hada estaba viajando a traves de las montañas mientras estaba peinando sus cabellos en una fuente, los prakagorri le anunciaron que algo habia moviéndose entre los helechos; los duendes gritaron para llamar la atención del hada y ante la sorpresa del hada que no entendía como los humanos habian podido dejarlo abandonado encontraron un bebé humano. El hada le dijo al bebé: "tu nombre será Olentzero, porque es una cosa maravillosa haberte encontrado. Y por este acto te daré los regalos de Fuerza, Coraje y Amor, por todo el tiempo que tú vivas". Entonces el hada cogió al niño y lo llevó a una vieja casa en el límite del bosque donde vivían un hombre y una mujer que no tenían hijos, y como el hada sabía que serían muy felices de recibir al bebé, lo dejó enfrente de la puerta para que ellos lo encontraran.Muy pronto, al amanecer, cuando el hombre se levantó a ordeñar las vacas encontró al bebé y corriendo gritó y se lo enseñó a su esposa; muy contentos de haber recibido a ese niño rápidamente lo taparon, le dieron de comer y lo tomaron como su hijo.
A partir de ese momento, Olentzero creció entre los bosques y se convirtió en un fuerte, amable y saludable hombre que nunca tuvo la preocupación de cómo había llegado a ser encontrado por sus padres. Olentzero trabajaba todos los días del año haciendo carbón y ayudando a su padre; pero lo inevitable sucedió y despues de muchos años, los que habian sido sus padres murieron y Olentzero se quedó muy solo en su casa del bosque haciéndose viejo según pasaban los años.
Con el paso de los años Olentzero fue entristeciendo y se fue dando cuenta de que debía era ayudar a otras personas que lo necesitaran. Recordó que en el pueblo había una casa donde vivian los niños que no tenían padres, y que vivían de lo que la gente del pueblo les daba, así que trató de hacer algo para que esos niños fueran más felices.
Como Olentzero era muy hábil haciendo cosas con las manos, se dispuso a hacer juguetes para los niños y muñecas para las niñas con la idea de darles los juguetes cuando fuera al pueblo a vender carbón. Cuando acabó de hacer las muñecas y los juguetes, los metió todos en un saco y cargo el saco en su burro junto al carbón y marchó al pueblo muy contento pensando en lo que iba a hacer.
Olentzero les dió los regalos a los niños y estuvo jugando con ellos todo el día y contándoles las historias que habia aprendido de su padre cuando era pequeño. Los niños y niñas a partir de ese momento quisieron mucho al Olentzero y ya no se sintieron tan solos como antes. Cada dia cuando Olentzero llegaba al pueblo a vender su carbón era rodeado por todos los niños.
Esto sucedió durante muchos años hasta que un dia hubo una tremenda tormenta en el pueblo, los truenos, rayos,y el frío dejaron muy asustadas a las gentes del pueblo y especialmente a los niños. Un dia Olentzero estaba de camino hacia el pueblo y vio un rayo que caía en una casa, se acercó y vió a unos niños asustados que pedían ayuda dentro de la casa que estaba en llamas. Cubrió a los niños con una manta para protegerles del fuego y los sacó de la casa a través de una ventana por el primer piso. Mientras trataba de salir, una gran viga cayó sobre el Olentzero provocando que su fuerte y gran corazón se detuviera. Cuando se enteraron las personas del pueblo lloraron por lo sucedido dándose cuenta de que no había nada que ellos pudieran hacer.
En ese mismo momento fueron sorprendidos por una brillante luz que salía de la casa. Nadie pudo ver lo que sucedia pero dentro apareció el hada que habia encontrado al Olentzero cuando era un bebé en el bosque muchos años antes, y con su dulce voz le dijo al Olentzero:"Olentzero, tu has sido un buen hombre, lleno de fe y de buen corazón, has dedicado toda tu vida a hacer cosas para los demás, y has dado hasta tu propia vida para salvar a otras personas; por lo tanto no quiero que te mueras, yo quiero que vivas para siempre; de ahora en adelante, harás juguetes y regalos para los niños que no tienen padres",. Al oir esto los parakagorris se apresuraron a decir que ellos le ayudarían.
Y a partir de ese momento, asi sucedió: en la mitad del invierno, al final de cada año, Olentzero va por todos los pueblos repartiendo juguetes a los niños que no tienen padres ni abuelos que les hagan regalos. Los niños de todos los pueblos celebran la llegada del Olentzero cantando canciones y esparciendo mensajes de amor.
Algunos Prakagorris, hasta cruzaron la Foz de Ledea-Ilumberri, y se les vió por los Campos Bajos de Kaseda, y las peñas de Kaparreta y en la cueva de Galipentzu. Hasta algunas personas hemos conocido a alguna Prakagorri, que siempre estará entre nosotros.
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